domingo, 23 de octubre de 2011

El Punk no es música


Zaska! ya te han dejado loco por hoy. Y es bien cierto, el punk no es música (solamente). El Punk no es andar con los pelos de colores ni con la chupa de cuero claveteada (v. "Enemigo Público" - Cicatriz).. No, el punk es mucho más que todo eso.

Más allá de la clase teórica sobre cómo nació el punk, dónde y por qué, creo que a cada uno le debe importar más qué le aporta o le aportó (lo digo por mí que soy veterano de esa guerra) el Punk como movimiento social (que para mí tampoco es un movimiento, ni una forma de vida ni de vivir...). La teoría la sabemos todos, y es aburrida, cansina, aunque se esté hablando de los 70 y de cómo se formaron las efímeras leyendas del punk.

A mí me la suda todo lo que venga relacionado con el Punk's not Dead y toda la pesca, básicamente porque ese lema tan repetido no es más que un lema, una portada de disco, una canción, una película, o cualquier otra chorrada que se inventó a raíz de la explosión del punk allá por los 70 (Malcolm McLaren sabe un rato de todo esto).

Básicamente, y a mi modo de ver y entender la vida el punk no es más que un ACTITUD frente a la vida, una actitud provocativa, de rebeldía, una actitud de lucha (contra el mundo, el borreguismo y contigo mismo), el punk es y ha sido provocación. Todo lo que rodea al punk (vestimenta, música, arte, ...) no son más que los instrumentos que delatan dicha actitud. El famoso "DIY" o "Do it yourself" fue el testigo recogido por el "movimiento punk" adaptándolo a la perfección a su modo de entender la vida. En eso quizás haya que basa un poco la experiencia del punk, más allá de estereotipos musicales, estéticos y culturales.

El inconformismo es la esencia del punk, y la actitud frente a dicho antiborreguismo establecido es lo que provoca los instintos por querer destacar, ser diferente y escandalizar al prójimo. ¿Cómo hacerlo? está claro, a través de su música, a través de su estética o a través del arte underground que se generó en los 70 y 80 a raíz del movimiento. Nada más. Pero recuerda, más allá del criterio musical y estético está el emocional.

Para mí el punk murió con Sid Vicious el 2 de febrero de 1979. Y aunque es verdad que todavía quedaban grandes representantes del punk, la actitud murió con él (el punk del marketing). Más tarde el punk se reinventaría y daría el último coletazo con la muerte del más grande: Joey Ramone. Pero en verdad os digo que aunque el estilo musical esté hundido, muerto, la actitud prevalecerá en nuestros corazones.

Yo soy punk. Y mañana me corto la cresta que adornó mi cabeza durante tantos años. Y seguiré siendo punk aunque tú me mires diferente.

Hey ho let's go!

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