domingo, 26 de febrero de 2012

La adopción de animales versus la castración obligada

Como amante de los animales y propietario de varias mascotas convencionales y exóticas que merecen además de todo mi respeto los mejores cuidados que puedo ofrecerles, me veo a veces contrapuesto a las ideas y opiniones de aquellos que dicen ser veganos pro-mundo animal amantes de todas las razas de la tierra que bla bla bla (rollos jipilongos de estos, ya me entendéis).

Adopción de perros

Decía que, como propietario de mascotas y gran aficionado al mundo canino (consumidor de productos no testados en animales) siempre me he visto tentado a adoptar a otro compañero/a de fatigas con el que compartir su/mi vida. 
Entiendo que en la perrera hay cientos de perros pasándolo fatal; de hecho sólo hace falta pasearse un día por entre esas jaulas de bondadosas almas amontonadas dispuestas a darlo todo por una vida digna, mirar a los ojos de uno de esos animales andrajosos que alguna vez pertenecieron a alguien que les falló y darte cuenta de que te los llevarías a todos. 


 Esos ojos tristes que todavía no han aprendido a llorar pese a todos los fallos que el ser humano ha cometido contra ellos, esos ojos cándidos decía, expresan 100 veces más sentimientos que lo que nosotros llamamos o entendemos como amor. De hecho yo estoy convencido de que mis perros nos han querido (y nos quieren) el doble de lo que yo las he querido jamás. (Se perfectamente que si el que está leyendo estas lines no ha tenido perro quizás no logre entenderlo nunca y estará flipando un rato.)

El hecho de adoptar, además de convertirse en una necesidad, es una obligación por nuestra parte, ya sea por descongestionar las perreras como por ofrecer una segunda, tercera o en ocasiones una quinta oportunidad a un animal al que los seres humanos le hemos fallado. Piénsalo, un perro que de la noche a la mañana pasa de un sofá, o de un patio donde jugaba con su pelota y su dueño, a un recinto cerrado con olor a excrementos y con cientos de perros ladrando y aullando. Chocante. ¿Cómo te sentirías tu?

Siempre me he negado a comprar un perro, no veo bien el negocio que las casas de animales hacen de ello y la manera cómo se gestiona (falseando documentaciones para que desde las granjas de perros del este de Europa viajen millares de cachorros de dos meses a una vitrina de exposición). La lástima, la compasión por estos perrillos que cuando son demasiado mayores para ser vendidos son sacrificados o entregados a perreras me hacen sentir odio hacia los "señores" comerciantes de vidas. Pero una vez superado este rencor y consecuente con mis ideas uno se acerca a la perrera con el ánimo encendido por las brasas de la alegre convicción de que hace lo correcto ... pero se encuentra con algo con lo que no contaba: la castración.

Sí, los perros los entregan castrados y/o con una carta de compromiso de castración por parte del adquiriente si se trata de un cachorro. Ah! y tras el pago de cierta cantidad de dinero que va entre los 100 y los 200 euros. Entiendo o puedo entender los motivos por los cuales se entrega un animal joven castrado pero no los comparto. Es cierto que hay o habrá gente más o menos responsable a la hora de adquirir un perro y darle una calidad de vida decente. Pero ¿quiénes somos nosotros para decidir que él no pueda (en el caso de una perra) formar parte del proceso de la maternidad y posterior cría de unos cachorros? ¿y quiénes son los responsables de la perrera para decidir que yo tampoco podré formar parte jamás de algo tan bonito como el parto de una camada de perritos de mi perra? sí, si, de mi/tu perra, del animal que quieres como a un hijo (yo creo que más, como mínimo sabes que el animal jamás te fallará). 

Llámale egoísmo si quieres; yo creo que deberíamos compararlo al cánon digital, estamos presuponiendo que mi perro parirá sin control, que endosaré perros a todo Dios, a diestro y siniestro o que los abandonaré... y ¿dónde quedaría mi dignidad? A ver, amigos, partimos de la base de que soy consciente del problema, que he adoptado a un perro de la PERRERA, que REPITO: soy consciente del problema y no quiero formar parte de él. Dejad de presuponer y de pensar por el resto de los mortales, por favor.

Nunca me ha gustado que los demás me organicen la vida, y mucho menos que me organicen cómo vivirla junto a aquellos seres a los que quiero. Entiendo que la decisión de castrar a un animal tiene que venir de la convicción de su dueño (mis perros están y han sido castrados) y no impuesta por las instituciones. Con el paso del tiempo y ahora que una de mis perras nos abandonó hace un año y la otra está empezando a envejecer me doy cuenta del mayor error que he cometido en mi vida: no haber tenido descendencia de ninguna de las dos. Con lo cual entiendo que no volveré ni tengo intención de volver a cometer dicho error.

Y ahí es cuando choca el tema de la adopción (y la castración) con la convicción de que sí debería hacerlo, pero no por imposición, jamás. La libertad de elección y el libre albedrío no puede ser roto por la voluntad de una institución. Y os juro que adoptaría a cualquier perro ahora mismo, pero el precio que pagaremos ambos en un futuro será demasiado alto como para si quiera planteármelo.

domingo, 19 de febrero de 2012

Barcelona és bona si la gent ens roba

"Barcelona és bona si la gent ens roba" (Barcelona es buena si la gente nos roba). Una frase tuneada que viene a definir lo que está ocurriendo actualmente en la ciudad de Barcelona y que mucha gente desconoce. Si hace poco os contaba sobre el "tiroteo en Zona Comanche" u os mostraba imágenes sobre la detención de un delincuente por parte de la policía, hoy vengo a mostraros otra realidad de este bonito barrio en el que habito (y no es de los peores, ojo!). Pero antes quiero que le echéis un vistazo a estos dos tweets de mi amigo Chupameldiente sobre lo que pasó hace un par de días (el 17 de febrero) en el barrio cuando, por desgracia, a Rafa el del bar donde suelo desayunar alguna vez (junto a Tráfico, en La Campana), le dieron una paliza de muerte entre 3 desgraciados (por no llamarles Hijos de p*** directamente). Los tweets: tweet 1 - tweet 2. (por cierto que el hombre lleva 4 días en la UCI).

Bueno, tras el inciso paso a relatar los hechos que forman parte de la vida cotidiana del barrio y la chusma que en él habita. Y más que relatar los hechos voy a poner 3 fotos muy claras con las que no va a hacer falta decir mucho más.

robo en Barcelona

robo en Barcelona

robo en Barcelona

Supongo que tras las fotografías (os puedo asegurar que había 4 ó 5 coches más con las lunas rotas a lo largo de la calle Minería de Barcelona) ya os hacéis una idea de lo ocurrido, verdad? Pues bien, esto ocurre día sí y día también, de hecho, siempre que viene algún colega a mi casa le hago las mismas recomendaciones: "No dejes nada a la vista porque entre yonkis, moros y rumanos (los gitanos en el barrio se dedican a otras cosas más lucrativas) te pueden joder la noche".

Y es que la delincuencia pasea a sus anchas por Barcelona, sólo hay que pasarse por la web www.motosrobadas.com y darse cuenta de que más del 65% de motos robadas que hay publicadas en dicha web son de Barcelona. Pero claro, parece que los apoltronados están al servicio del guiri y a las exigencias del turismo, porque a los ciudadanos sólo nos dan por culo con impuestos, zonas verdes, zonas azules y zonas de su p*** madre. 

Pero lo dicho ya anteriormente, en mi barrio me lo paso teta hasta que me toque a mí pagar el pato. Bueno, de hecho ya he pagado el pato varias veces, para qué engañarnos... :(

domingo, 12 de febrero de 2012

Tiroteo en la Zona Comanche de Barcelona

Hace varias semanas que llevo buscando estas fotos que hoy os muestro; ante todo os pido disculpas por la calidad, pero las hice hace unos 4 años con un Black Berry y al bajarlas del móvil las bajé en formato chungo, nunca pensé que las publicaría en un blog desde luego, que frikada!

Supongo que las imágenes hablan por sí solas, pero si tenéis un momento os cuento la historia con la que nos encontramos mi novia y yo una mañana cuando fuimos a comprar... Tío, no bosteces, que todavía no he empezado!!

El relato empieza al intentar acceder al Lidl donde cotidianamente hacemos nuestras compras (ya sabes, lo barato que es y esas cosas de pobre), justo en la entrada había un revuelo interesante de marujas con sus carros de la compra, todas apelotanadas y con cara de espanto. Al mirar en el interior había dos tíos en el suelo esposados y tres o cuatro policías con cara de ajetreo. Por lo visto habían intentado atracar el supermercado. Bueno, nada fuera de lo normal en mi barrio, la verdad. Así que dijimos, bueno, pues vámonos al mercado que esto va para rato.

Zona Franca Barcelona

Así que ni cortos ni perezosos cogimos la calle perpendicular y nos dimos cuenta de que estaba cortada al tráfico y otro grupo de marujas y jubilados miraban detrás de un cordón policial. ¡Qué fuerte! el Universo se confabula para que no podamos ir a comprar. Al detenernos, uno de los abuelos empieza a contarnos la batallita como si le hubiéramos preguntado algo: Ha sido un tiroteo entre los gitanos y los colombianos. Joder tío, qué telita de barrio.

Y como uno es de culo inquieto, saqué mi móvil y empecé a disparar alguna foto disimuladamente, me metí por los callejones adyacentes e hice lo que los jubilados hacen pero en plan más descarado (sí, en el fondo tengo alma de maruja). Y bueno, efectivamente había rastro de un tiroteo como véis en las fotos que os acompaño. Impactos de bala, pruebas periciales, restos de ropa en el suelo, el policía investigando (luego sacaron de allí un cuchillo jamonero ASÍ de grande) y esas cosas de CSI... y sí, bueno, la historia es que los gitanos del barrio estaban en el bar tomándose sus cañas con los jilgueros pio pio pio y esas cosas que suelen hacer y, de repente un coche se paró en seco delante del bar, sacaron una pipa y ZAS! se pusieron a disparar (tal como lo cuento, en plan peli del rollo chicano). Hirieron a todos los presentes y se piraron por donde vinieron.

FLIPANTE, no? pues chaval, eso es lo que tiene vivir en la Zona Comanche de Barcelona. De estas cada día tres. Ya lo sabes, lo paso teta en mi barrio.